MACHU PICCHU
OJALA LLUEVA EL DÍA QUE LO CONOZCAS POR PRIMERA VEZ
Ojalá que llueva el día que conozcas Machu Picchu, no le tengas miedo a la lluvia, no pasa nada, el cielo te regalará la sorpresa más bella que puedes tener, podrás tener la oportunidad que solo muy pocos tenemos, tendrás un paseo por las nubes alrededor de las ruinas, lo que le da una sensación mística e inigualable. El poder caminar y ver las montañas a 2500 metros del nivel del mar rodeadas de espesas formaciones nubosas es un espectáculo conmovedor e indescriptible digno de admirar.
Cuando estés llegando a Machu Picchu y veas tu sueño hecho realidad frente al testimonio de una ciudad entera, tu corazón palpitará, la piel se pondrá chinita y una sensación fría y cálida al mismo tiempo subirá desde el pecho hasta tus ojos. Respirarás sonriendo con lágrimas en los ojos agradeciendo este gran momento que recordarás por siempre.
El origen y razón de ser de Machupicchu aún es un misterio, hay muchas teorias que fundamentan su colonización y su abandono, sin importar... Sea lo que sea es una maravilla del mundo en toda la extensión de la palabra y con mucho orgullo se lo ha ganado, no hay palabras que describan la energía y el sentimiento surrealista de estar caminando sus callejones, sus templos y Palacios.
Lo vas a amar lo prometo. Y no mentiré, cuando llega la hora de despedirte no querrás decirle adiós, lo verás por última vez con lágrimas en los ojos diciéndole en voz baja, que regresarás, que te espere; que mientras tanto tu guardarás este momento congelado en tu memoria, para que en aquellos días rutinarios y sombríos puedas arraigarte a ese recuerdo de tu alma aventurera, mientras sabes que ahi está Perú diciéndote en voz baja... Vuelve.
Así que si el clima dice que estará nublado no dudes más, sonríe y ve a Machu Picchu
