LA RUTA MAS BELLA DE MÉXICO
Mi infancia se siente como arena en los pies, como calor a 45 grados, tiene sabor a pastes de Hidalgo, a chamoyadas de Reynosa, a agua de coco de Manzanillo y a camarones en Tenacatita, Jalisco. Crecí viajando por todo México.
Así es como recuerdo una de las rutas más bellas de México, tanto por su inigualable belleza así como la compañía de mis papas mis tíos y primos. Emprendimos una aventura en un Roadtrip por el Sureste de México, que me regalo vivir y tocar con mis manos la historia prehispánica de México y conocer lo más lindo de mi país: Su gente!
Esta fué nuestra aventura:
Salimos de México D.F. y primero fuimos a Tabasco a la maravillosa Zona Arqueológica, conocida como la Venta, el calor en pleno mes de Julio era húmedo y sofocante, pero al llegar y ver los Vestigios olmecas rodeados de abundante vegetación, mi corazón se alegró de estar ahí.
Otra de las grandes bellezas de Tabasco es que tiene la fortuna de tener grandes zonas arqueológicas, así que también fuimos a otra Palenque, una imponente zona Arqueológica, que se destaca por tener rincones llenos de historia que se refleja en pirámides en medio de la selva, ahí fue donde la historia de México toco un lugar profundo en mi corazón, me quede sin aliento de ver tanta belleza.
Después llegamos al bello Chiapas donde conocimos las mágicas cascadas de Agua Azul y mi favorita Mixol-ha. Donde viví uno de mis momentos más especiales del viaje, caminar debajo de la cascada y nadar en su lago, una experiencia inolvidable!
Siguiendo el camino llegamos a la Mérida la cuidad blanca me impresiono por su belleza colonial, la música en sus calles, las personas bailando en el centro, la calidez de su gente y su deliciosa comida Yucateca. Una de las ciudades más lindas de México
Por fín! llegamos a la Riviera Maya al llegar me quedé helada, no sabía lo que sentiría al ver el azul turquesa del mar, fue impactante para mi tanta ver atardeceres inolvidables en Isla mujeres, caminar por el Playa del Carmen, todavía sin tanto impacto turístico, era un pueblito empedrado mágico y autentico, lleno de esa vibra costera, me enamore de ese pueblito, actualmente me parece que por la comercialización perdió parte de su encanto, pero aún lo sigo disfrutando mucho.
Mi zona Arqueológica favorita Tulúm pues ver una pirámide se encuentra junto al bellísimo océano azul celeste es es un placer excepcional, te deja sin aliento realmente es un rincón único en el mundo.
También recorrimos Chichen-Itza, que cada piedra susurra la historia de los Mayas, en esa ocasión pude conocer la pirámide secreta que está al interior de la magnífica Pirámide de Kukulkan, Chichen Itza impacta por su enigma y misterio. Una experiencia digna de guardar en el corazón, pues ya no se permite subir a la pirámide Kukulkan ni entrar a la pirámide interior y vimos el Chack -mol original. Fuimos de los pocos afortunados que pudimos vivirlo y estoy muy agradecida con los dioses viajeros.
Nuestra ruta de regreso fue por Veracruz donde recorrimos el El Tajin, esta gran zona arqueológica en medio de arboles de chicozapote y tabachines que pintaban de rojo y naranja el paisaje.
Después recorrimos Orizaba, Veracruz, pueblo mágico, lleno de color e historia, con sus calles empedradas tiene en cada esquina una sorpresa.
Concluyendo con broche de oro nuestro viaje recorrimos Puebla de los ángeles, con su envidiable vista del Volcán Popocatepetl, disfrutando de su magia colonial y gente bella.
DF- Regresamos agotados pero con el corazón lleno de Memorias inolvidables.
No veo la hora de repetir este increíble viaje, pero con un cambio ya que me encantaría incluir San Cristóbal de las casas y la Laguna de Bacalar a esta ruta y que sea más bella aún.
Pronto...Muy pronto será......











